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Plan de acción sobre cuestiones de género
Existen pruebas de que la falta de oportunidades económicas para las mujeres está íntimamente ligada a la pobreza intergeneracional. El Banco Mundial y sus asociados pusieron en marcha el Plan de acción sobre cuestiones de género, de cuatro años de duración y US$24,5 millones de financiamiento, con el fin de preparar a las mujeres para competir en cuatro esferas de la economía —el mercado laboral, el crédito, los títulos de propiedad de la tierra y la agricultura— y así poder beneficiar a sus familiar y a la economía en su conjunto.
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- Conferencia i
- La AIF en acción: Hechos y datos sobre las cuestiones de génerotítulos de propiedad de la tierra y la agricultura— y así poder beneficiar a sus familiar y a la economía en su conjunto.
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Plan de acción sobre cuestiones de género i
Conferencia i
La AIF en acción: Hechos y datos sobre las cuestiones de género
Las mujeres de hoy viven más y mejor que sus madres y abuelas, pero si no logran desarrollar todo su potencial económico, las familias y los países seguirán sufriendo las consecuencias.
¿Por qué? Porque a pesar de los considerables progresos alcanzados con respecto a los indicadores sociales, las mujeres y las niñas siguen a la zaga desde el punto de vista económico.
"Lo más importante que se puede hacer por las mujeres es ayudarlas a ganarse la vida para que puedan criar a sus hijos. Es lo único que pido". Margaret Wabire, Uganda
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Desde 1970, el promedio de vida de las mujeres ha aumentado alrededor de 20 años en los países en desarrollo, mientras que, a nivel mundial, la diferencia entre niñas y niños que asisten a la escuela se ha reducido considerablemente.
No obstante, las mujeres siguen estando detrás de los hombres en el aspecto laboral, tanto en un banco como en una granja. Las mujeres ganan un 22% menos de salario que los hombres que realizan el mismo trabajo y sólo gozan de un limitado acceso al crédito; en África, por ejemplo, apenas reciben un 1% del total de créditos para el sector agrícola.
“La potenciación económica de la mujer no es un problema de las mujeres, es un problema del desarrollo”, afirma Danny M. Leipziger, vicepresidente y jefe de la Red sobre Reducción de la Pobreza y Gestión Económica del Banco Mundial. “Si no se invierte lo suficiente en las oportunidades económicas de la mujer, se limita el crecimiento económico y se desacelera el avance en la reducción de la pobreza”.
Con este pensamiento como idea central, los líderes de los gobiernos, la industria, las finanzas y la comunidad internacional se reúnen esta semana en Berlín, en la conferencia internacional titulada “Empoderamiento económico de las mujeres, una estrategia acertada. Diálogo sobre opciones de políticas” i.
Este evento de alto nivel, que se desarrolló el 22 y 23 de febrero, fue patrocinado por el Ministerio Federal de Cooperación y Desarrollo Económicos de Alemania, en asociación con el Banco Mundial, la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) y los gobiernos de Noruega, el Reino Unido y Dinamarca.
La conferencia será inaugurada por Angela Merkel, canciller de Alemania, y abarcará los siguientes temas: género, buen gobierno y crecimiento en África; el papel de la mujer en las finanzas y el desarrollo del sector privado; la contribución de las mujeres a la producción, y su situación jurídica y el acceso a los recursos económicos.
De hecho, la situación jurídica de las mujeres, como el derecho a poseer su propia tierra, podría ser una vía para salir de la pobreza. En Viet Nam el Banco Mundial respalda un proyecto para modificar los títulos de propiedad de modo que tengan espacio para los nombres de los dos cónyuges. Estos títulos permiten que las mujeres tengan acceso al crédito y puedan iniciar su propia actividad comercial o avancen a un nivel de agricultura más productiva. (Vídeo: Viet Nam: obtención de títulos de propiedad de la tierra i).
“Aumentar la participación de la mujer en la economía es una estrategia acertada”, explica Mayra Buvinic, directora del Banco Mundial para cuestiones relacionadas con el género. “Las inversiones en caminos, energía, agua, insumos agrícolas y servicios financieros proporcionarán mayores beneficios económicos si están orientadas a beneficiar a las mujeres”.
A fin de ayudar a liberar el potencial económico de las mujeres que viven en países de desarrollo, el Banco ha puesto en marcha un Plan de acción sobre cuestiones de género i para que, en colaboración con los asociados en la tarea de desarrollo, se logre incrementar la productividad y los ingresos de las mujeres productoras, así como su acceso a servicios financieros formales. El Plan, además, ayudará a las mujeres a iniciar emprendimientos agrícolas y reforzar su acceso a servicios de infraestructura esenciales como el transporte, el agua y la energía.
“El Plan de acción sobre cuestiones de género del Banco Mundial es un paso importante en la promoción de la igualdad de género en una esfera que hasta ahora había recibido muy poca atención: la potenciación económica de las mujeres”, aseguró Heidemarie Wieczorek-Zeul, ministra de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania, que había anunciado el Plan junto con el presidente del Banco Mundial, Paul Wolfowitz, durante las Reuniones Anuales que se realizaron en septiembre pasado en Singapur.
El Plan de acción sobre cuestiones de género beneficiará en particular a las mujeres que viven en algunos de los países más pobres del mundo, como Bangladesh, Etiopía, Ghana, Kenya, Liberia, Mozambique, Pakistán y Tanzanía. El Banco Mundial proporciona respaldo a estos países a través de la Asociación Internacional de Fomento (AIF), que otorga créditos sin interés y donaciones a las naciones más pobres del mundo con el fin de impulsar el crecimiento económico, reducir las desigualdades y mejorar las condiciones de vida.
Y qué mejor manera de garantizar progresos en las condiciones de vida que con la potenciación de la mujer. Después de todo, el éxito de un país es también el éxito de sus mujeres. En Bangladesh, donde el 65% de los trabajadores del sector de la vestimenta son mujeres, las exportaciones de este ramo constituyen alrededor del 74% del total anual de ingresos en divisas. Además, en el conjunto de África al sur del Sahara, se estima que la actividad agrícola podría incrementarse hasta un 20% si se distribuyeran más equitativamente los insumos agrícolas entre hombres y mujeres.
Como es evidente, restringir las oportunidades económicas de las mujeres no sólo es injusto, es una estrategia económica desacertada.
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