sábado, marzo 08, 2008

DE UNA MUJER PARA TODAS LAS MUJERES

Revista Mujeres, La Habana/Servicios Google

Por: Marilys Suárez Moreno

Hace 98 años, una mujer extraordinaria llamada Clara Zetkin, lanzó en Copenhague, Dinamarca, la idea de celebrar el 8 de marzo de cada año el Día Internacional de la Mujer.

La feliz proposición, acogida con entusiasmo por representantes de 16 países presentes en la Primera Conferencia de Mujeres Socialistas, celebrada en la capital dinamarquesa, ha ganado a través del tiempo una fuerza singular.

La justa iniciativa que hoy comparten millones y millones de mujeres en todo el mundo, ha servido para que a su calor se desarrollen pujantes movimientos femeninos y cada vez más las mujeres luchen por la obtención de sus conquistas y reivindicaciones sociales, contra los prejuicios discriminatorios, en favor de la igualdad y por la felicidad de sus hijos.

El esfuerzo de precursoras como Clara Zetkin, no ha sido en vano. Su nombre se vincula a una fecha trascendente del devenir de los pueblos: el Día Internacional de la Mujer. Como bien ella misma le dijo a su hijo Máximo, cuando éste la reprendía por trabajar tanto, “No hubiera tenido que “inventar” en 1910 la fecha del 8 de marzo”. Al hacerlo, dignificó la voz femenina en todas las latitudes, como símbolo de los nuevos tiempos

De origen alemán, su nombre de soltera era Clara Eissmer. Maestra de profesión, Clara se enamoró en sus tiempos de estudiante de un joven ruso, Otto Zetkin, con quien se caso, adoptando el apellido suyo. Pronto la joven profesora se convirtió en una entusiasta dirigente femenina que, luego de muchos avatares y décadas de luchas, propuso en la citada Conferencia de Mujeres la resolución que convirtió el 8 de marzo en Día Internacional de la Mujer, reivindicando para ellas el derecho a votar y a ser elegidas, al trabajo y a una vida de paz y dignidad.

La proclamación del 8 de marzo fue el colofón de múltiples vivencias de las trabajadoras a lo largo de décadas de conflictos de clase; también de las experiencias de las sufragistas y de las batallas de los pueblos.

En 1911, alrededor de un millón de mujeres participaron en la primera celebración de su Día en Dinamarca, Alemania, Austria y Suiza. En los años subsiguientes, la fecha se celebró en más y más países y hoy constituye una jornada de luchas, recuentos y victorias.

En Cuba, donde la mujer alcanzó su total plenitud, tanto en el plano personal como social, ella ha devenido protagonista indiscutible del proceso revolucionario cubano. Destacadas en los más diversos sectores, trabajan, dirigen y convocan, ungiendo con la miel de su amor la obra de la Revolución., aportando con su entusiasmo de ciudadana de un país verdaderamente libre y soberano, la dicha de saberse útil, estimada y reconocida en toda su grandeza.

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