lunes, agosto 13, 2007

El Banco Mundial y la igualdad entre los sexos

Servicios/Boletín Banco Mundial

Se registraron avances constantes en la mayoría de los países más pobres del mundo en materia de salud y educación de niñas y mujeres.

  • A nivel mundial, la brecha entre niñas y niños matriculados en la escuela primaria bajó del 16% en 1975 al 5% en 2000.

  • Desde 1995, más de 37 millones de niñas de los países de bajo ingreso se matricularon por primera vez en la escuela primaria, reduciendo así la brecha en el acceso de niñas a la escuela del 80% de las matriculaciones de los niños en 1995 al 88% en 2005.
  • La brecha entre niñas y niños que terminan el ciclo primario se ha reducido del 18% en 1990 al 10% en 2003.
  • Desde 1960, la esperanza de vida promedio para las mujeres aumentó 17 años en los países más pobres.
  • En todo el mundo, el número de años de vida sana perdidos por las mujeres a causa de enfermedad o muerte prematura, ya sea por una enfermedad contagiosa o por condiciones precarias de maternidad, disminuyó del 49% al 38% entre 1990 y 2001.

Pero resta mucho por hacer para alcanzar la desmarginación de la mujer en el ámbito económico.
En los países de bajo ingreso, la situación de la mujer dista mucho de la del hombre en términos de participación en el mercado laboral estructurado, acceso a créditos, creación de empresas, niveles de ingresos o derechos a la herencia y a la propiedad.

  • En los países de bajo ingreso, las mujeres tienen menos acceso a empleos formales que hace 25 años: la fuerza laboral femenina se redujo del 53% en 1980 al 49% en 2005, mientras que la tasa de empleo de los hombres continúa prácticamente invariable, alrededor del 86%.

  • En los países de bajo ingreso, la proporción de mujeres en empleos remunerados no agrícolas apenas aumentó del 23% en 1990 al 25% en 2003. En la zona rural de Ghana, las mujeres ganan 40% menos que los hombres en trabajos no derivados de la explotación agrícola. En Uganda, ganan el 85% menos.

  • En todos los países en desarrollo, las mujeres siguen ganando alrededor de un 22% menos, como promedio, que sus colegas masculinos, después de tomar en cuenta las diferencias observadas en las competencias profesionales.

  • Cada año, entre 600.000 y 800.000 personas son traficadas a países vecinos. La mayoría de las mujeres y las niñas son objeto de trata con fines de explotación sexual.

  • Las mujeres africanas reciben menos del 10% de todo el crédito destinado a los pequeños agricultores y el 1% del crédito total destinado al sector agrícola, mientras que constituyen la mayoría de los trabajadores en este sector.

Es injusto y es una mala economía

Es problemático porque es injusto. Las oportunidades en la vida no deberían depender de circunstancias predeterminadas desde el nacimiento. Pero también es problemático porque limitar las oportunidades económicas de las mujeres es una mala economía: la inversión insuficiente en las mujeres limita el crecimiento económico y frena cualquier avance en la reducción de la pobreza. Por lo tanto, los países con mayor igualdad de género tienen con frecuencia tasas más bajas de pobreza.

Esta correlación se debe a varios motivos. La desigualdad de género tiende a reducir la productividad laboral y el uso eficiente de los recursos en los hogares y la economía. Se traduce en una distribución desigual de los recursos y contribuye a ahondar los aspectos monetarios y no monetarios de la pobreza que disminuyen la calidad de vida de hombres, mujeres y niños.

Evidentemente, el aumento de la productividad y los ingresos de las mujeres está vinculado con la reducción de la pobreza en los hogares y con mejores resultados en materia de salud, educación y nutrición infantil. En Brasil, por ejemplo, la probabilidad de supervivencia de un niño aumenta casi un 20% cuando los ingresos están en manos de la madre, en lugar del padre.

En el mercado laboral, existen numerosos ejemplos del empleo de mujeres en fábricas y de las ventajas que obtienen las mujeres, las industrias y las economías gracias a su participación. En 1978, la industria de la confección en Bangladesh contribuyó con 1 millón de dólares al total de ingresos por exportaciones. A mediados de 2006, los ingresos anuales por exportaciones de esta industria, en la que se calcula que un 83% de los trabajadores son mujeres, alcanzaron casi los US$8.000 millones, lo que representa un 75% del total de ingresos anuales en divisas del país.

En la agricultura, el aumento constante de la productividad de los cultivos básicos es uno de los factores más determinantes para lograr el crecimiento de los ingresos de los hogares más pobres. Existen pruebas contundentes de que la productividad de los pequeños agricultores de África al sur del Sahara podría aumentar hasta en un 20% con tan sólo distribuir los insumos agrícolas de manera más equitativa entre hombres y mujeres.

Un estudio que se llevó cabo en Ghana revela que cuando las mujeres poseen derechos a las tierras que cultivan, la productividad aumenta en forma considerable. Cuando no se garantizan los derechos sobre la tierra, los agricultores dejan a menudo sus parcelas en barbecho, lo que significa una menor producción. Los investigadores calculan que la producción agrícola podría aumentar un tercio si se expidieran títulos de propiedad.

Un crédito otorgado directamente a una mujer, se refleja mucho en los gastos de consumo, la escolarización de sus hijos y el trabajo que efectúa. Por término medio, si se concede un crédito suplementario de 100 takas a una mujer en Bangladesh, aumentan los gastos de consumo del hogar en 18 takas por persona, en lugar de 11 takas si se entrega el crédito a un hombre. Los estudios también revelaron que los créditos puestos en manos de mujeres, se traducen en una mejor salud y educación, y además es bueno para los negocios: las tasas de reembolso son más altas para las mujeres en todas las regiones del mundo.

Igualdad de género como economía inteligente — un plan de acción sobre el género del Grupo del Banco Mundial

En respuesta a la situación descrita en los datos sobre el desarrollo y los ejemplos anteriores, el Grupo del Banco Mundial adoptó un nuevo plan de acción que entró en vigor a principios de 2007 y se tituló Gender Equality as Smart Economics (Igualdad de género como economía inteligente). Este plan ayuda a potenciar económicamente a la mujer y promueve el aumento del papel de la mujer en los sectores económicos productivos. En colaboración con el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM, por sus siglas en inglés), el Banco y la Corporación Financiera Internacional (CFI) implementarán el plan por un período de cuatro años en todas las regiones del mundo en desarrollo, esperándose que la mayor parte de las operaciones tenga lugar en los países de bajo ingreso.

A partir de un sólido razonamiento empírico para las actividades de igualdad entre los sexos, la asignación de personal experto en género en los sectores y el fortalecimiento de la medición del impacto de la ayuda, desglosado por sexo, el plan Gender Equality as Smart Economics busca aumentar la productividad y las ganancias de las mujeres empresarias y su acceso a los servicios financieros formales. Facilita la transición de las jóvenes hacia un empleo de calidad y aumenta el número de mujeres que inician agroindustrias y se dedican a una agricultura de alto valor añadido. El plan promueve el acceso de la mujer a los mercados y a los servicios de infraestructura esenciales, en particular, transporte, agua y energía.

Igualdad de género como economía inteligente — un plan de acción sobre el género del Grupo del Banco Mundial

Paul Wolfowitz, Presidente del Banco Mundial, y Heidemarie Wieczorek-Zeul, Ministra de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania, lanzaron un nuevo plan de acción sobre el género en septiembre de 2006. Este plan, titulado "Gender Equality as Smart Economics", tiene por objeto potenciar económicamente a la mujer, facilitándoles el acceso al trabajo, la tierra, los productos agrícolas y los mercados crediticios. El Grupo del Banco Mundial implementará dicho plan de cuatro años de duración en colaboración con el UNIFEM.

En febrero de 2007, una conferencia de alto nivel sirvió como plataforma para que la canciller alemana, Angela Merkel, diera comienzo a las actividades previstas en el marco de este plan. Tras manifestar su apoyo incondicional al plan de acción, indicó que aprovecharía la presidencia del G8 y la presidencia de la Unión Europea para mantener en primer plano el tema del empoderamiento económico de la mujer. Destacó la importancia económica que reviste la integración de la mujer en la fuerza laboral formal, así como su legitimidad a nivel jurídico.

Los donantes asociados más importantes para la ejecución del plan de acción son Canadá, Alemania, Noruega y el Reino Unido.

La igualdad entre sexos y el papel del Banco Mundial

El Banco Mundial comenzó a abordar las cuestiones que afectan a la mujer en los años setenta y, tras la Conferencia de Pekín en 1995, intensificó sus esfuerzos en este ámbito. En la actualidad, la igualdad entre sexos se reconoce explícitamente como esencial para la misión de erradicar la pobreza que asumió el Banco Mundial. En realidad, la igualdad entre sexos no es un problema de la mujer, sino un problema de desarrollo.

Durante la última década, la manera en que el Banco Mundial ha abordado las cuestiones de género evolucionó a la par de los cambios en la labor para el desarrollo en general y de los retos que surgieron. Los objetivos de desarrollo del milenio han ejercido mucha influencia sobre la labor del Banco Mundial: el logro de varios de los objetivos repercutirá en forma positiva en la igualdad entre sexos, del mismo modo que cualquier avance en este ámbito contribuirá al logro de los otros objetivos. Por otra parte, las estrategias para la reducción de la pobreza, así como las nuevas herramientas de desarrollo integrado, modificaron la forma en que el Banco Mundial aborda este problema, uno de cuyos componentes es el género.

El género en las operaciones del Banco Mundial - su trayectoria

En 2001, el Banco adoptó una Estrategia de incorporación de la perspectiva del género, preparando así el camino para la integración de las cuestiones de género en todas sus intervenciones. Pero su política de préstamos a las mujeres no ha tenido el mismo éxito en todas partes. Como muestran los indicadores de desarrollo mundial sobre las mujeres y las niñas, la trayectoria del Banco es más fuerte en los ámbitos de la salud y la educación que en los de la agricultura, la infraestructura, el desarrollo del sector privado y el financiamiento.

Estos dos últimos años, más del 90% de los préstamos del Banco Mundial destinados a la salud y a la educación han incorporado la problemática del género en su concepción. Más de dos tercios de los préstamos del Banco en los campos de la salud, la nutrición y la población han incluido objetivos relacionados con el género, con especial énfasis en el VIH/SIDA y en la salud reproductiva de la mujer. Pero la integración de las cuestiones de género no ha sido tan sistemática en los sectores de la agricultura, la infraestructura, el desarrollo del sector privado y el financiamiento:

  • Doce de las 16 Estrategias de asistencia a un país — la herramienta más importante del Banco para la formulación de políticas en apoyo a la estrategia de desarrollo de un país — realizadas durante el ejercicio de 2006, abordaron la problemática del género, pero tan sólo nueve de ellas propusieron intervenciones específicas en uno o más sectores, principalmente en la salud y la educación.
  • Los Estudios económicos y sectoriales de diagnóstico constituyen la base de los programas crediticios para los países:
  • Las Evaluaciones de la pobreza del Banco Mundial, que analizan las causas y las consecuencias de la pobreza en un país y examinan la forma en que las políticas públicas afectan a la población pobre, incluyen cada vez más las cuestiones de género. También analizan la igualdad entre los sexos, sobre todo en los sectores de la salud y la educación.
  • Hasta julio de 2006, se habían terminado 46 Evaluaciones de género por país, la principal herramienta para identificar los obstáculos a la reducción de la pobreza vinculados con el género.
  • Durante los ejercicios de 2004 a 2006, más del 90% de todos los proyectos del Banco Mundial consagrados a la salud y a la educación integraban el género, frente al 69% de los proyectos destinados a los sectores "productivos a nivel económico".

Proyecto de ejemplo: matriculación de niñas en la escuela secundaria de Bangladesh.


Desde 1995, el Banco ha proporcionado US$7,300 millones en apoyo de proyectos para la educación de las niñas en todo el mundo. Uno de los últimos proyectos es el Programa de becas educativas para que las niñas asistan a la escuela secundaria en Bangladesh, que sirve de incentivo para las niñas continúen en la escuela. Hasta ahora, el proyecto aumentó las tasas de matrícula, la edad para el matrimonio y el acceso de las mujeres a empleos mejor remunerados. Estos son algunos de los avances logrados por las niñas: aumentó la matrícula del 34% en 1990 al 56% en 2005, la tasa de obtención del certificado de estudios secundarios pasó del 39 al 46%, y 65.308 niñas reciben becas en el marco de un programa experimental destinado a los más pobres (alrededor de 16.000 niñas de las familias más necesitadas reciben un estipendio suplementario durante todo el proyecto).

Desafíos por delante

La ejecución del plan de acción "Gender Equality as Smart Economics" afronta numerosos desafíos. Liderazgo político de alto nivel, pericia técnica y recursos financieros son los elementos clave que permitirán garantizar la implementación de políticas sobre género, tanto en los organismos donantes como en los países beneficiarios. En particular, habrá que invertir inicialmente recursos financieros suplementarios con el fin de reforzar la capacidad de los donantes y de los organismos de ejecución para integrar mejor la temática del género.

Además, la instauración exitosa de una política de igualdad entre sexos depende en gran parte del interés y la capacidad institucional de los países clientes, y exige apoyo y atención constante.

La desigualdad por razón del sexo, en particular, la marginalización económica de la mujer, tiene una serie de repercusiones negativas, más que nada, en cuanto a la educación y la salud de los niños, así como una propagación más rápida del VIH/SIDA. La rápida propagación y feminización de esta pandemia suscita una gran preocupación y plantea un enorme desafío para la comunidad del desarrollo.

Próximos pasos a seguir

Durante los próximos cuatro años, la labor del Grupo del Banco Mundial en favor de la igualdad entre los sexos se guiará por el plan "Gender Equality as Smart Economics". Dentro del marco de este plan, las actividades relacionadas con el género ocuparán un lugar preponderante en las intervenciones del Banco; en iniciativas a pequeña escala, basadas en resultados; en la investigación sobre políticas y en la elaboración de datos, así como en campañas de información y educación.

Durante sus primeros seis meses de ejecución, el plan ha apoyado las acciones encaminadas a ampliar las oportunidades económicas de la mujer en el mercado de productos, el mercado financiero, el mercado de tierras y el mercado laboral, así como en inversiones en infraestructura para facilitar el acceso de la mujer a los mercados. Estas actividades empezaron oficialmente a principio de 2007 y ya se han identificado ciertos proyectos que reunían las condiciones para ser financiados en los distintos sectores. Veamos algunos ejemplos:

  • Finanzas: En Tanzania, donde las mujeres apenas tienen acceso a los servicios financieros, se establecerá una línea de crédito especialmente creada para ellas en un banco comercial. Se les brindará un curso de capacitación para aumentar su "bancabilidad" y se prestará apoyo a las reformas normativas y jurídicas a fin de que las mujeres tengan más acceso al crédito.

  • Infraestructura, transporte: Enseñanza secundaria en Pakistán. Las tasas de deserción de las niñas después del ciclo primario aumentan cuando la escuela secundaria se encuentra fuera de la comunidad donde viven, más que nada por razones de seguridad. Un proyecto experimental identificará las medidas que deberían adoptarse para responder a esta preocupación mediante mejores medios de transporte y evaluará cuál de los siguientes métodos resulta más eficaz para que las niñas se matriculen en la escuela secundaria: un servicio de transporte escolar subvencionado o un estipendio escolar para los padres de las niñas, cuyo importe variará según la distancia de la casa a la escuela.

  • Capacidad empresarial y mercados de productos básicos: Desarrollo de la agricultura a pequeña escala, impulsada por el mercado, en el valle de Zambezi, en Mozambique. Para facilitar la transición de una agricultura de subsistencia a otra comercial y ayudar a incrementar los ingresos rurales, los grupos de pequeños agricultores, las organizaciones de mujeres productoras y otros participantes de la cadena de suministro recibirán apoyo directo para comercialización, créditos y desarrollo de la agroindustria. Se establecerá un Fondo de inversión comunitaria a fin de proporcionar recursos para infraestructura que permita aumentar la productividad agrícola.

  • Infraestructura, energía: Respuesta a las necesidades de energía de las mujeres de Bangladesh y Etiopía mediante sustitución de combustibles, garantía de la tenencia de la tierra y facilitación del acceso a servicios crediticios. En Bangladesh, se está preparando un proyecto experimental de asistencia técnica que pondrá a prueba un programa de cocinas mejoradas y planes de crédito para su compra, y evaluará los beneficios para la salud que se derivan de una menor exposición a los humos tóxicos. En Etiopía, un proyecto de servicios energéticos en las zonas rurales garantizará la tenencia de tierras a las mujeres para lograr una explotación forestal sostenida que permita obtener leña para uso doméstico o para la venta.

Investigación sobre políticas y elaboración de datos

El plan "Gender Equality as Smart Economics" apoya las investigaciones que permitan identificar los fracasos del mercado y otros factores que impiden el empoderamiento económico de la mujer, así como las intervenciones que pueda ayudar a eliminar esos obstáculos. La primera serie de investigaciones se concentra en los vínculos macroeconómicos entre la igualdad de los sexos y el crecimiento, así como en los fundamentos microeconómicos de dicho crecimiento. Una segunda serie de investigaciones examina el impacto de una reforma de las políticas en el bienestar de mujeres y hombres, concentrándose en los mercados clave: tierra, trabajo, productos básicos y financiamiento. Este programa de investigaciones se realizará en asociación con institutos de investigación de los países en desarrollo.

Este plan permite mejorar asimismo la disponibilidad de estadísticas desglosadas por sexo —elementos esenciales para medir los resultados — a nivel nacional e internacional. Estas son algunas de las actividades de este componente:

  • Fomento de la capacidad estadística nacional para recopilar y utilizar datos sobre empleo desglosados por sexo, en asociación con la Oficina de Estadística de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

  • Promoción de la incorporación de indicadores por sexo en las encuestas por hogares, en colaboración con el Programa acelerado de datos para África al sur del Sahara y la Red internacional de encuestas por hogares.

  • Evaluación del impacto de los proyectos del Banco que podrían afectar el empoderamiento económico de la mujer en las cuatro áreas del mercado.

Comunicaciones, fomento de la capacidad y asociaciones

Una campaña de comunicaciones permitió el lanzamiento de una iniciativa internacional sobre el empoderamiento económico de la mujer. El plan "Gender Equality as Smart Economics" explica la razón detrás del empoderamiento económico de la mujer en los países en desarrollo, armoniza los esfuerzos entre los asociados donantes y presta apoyo a las operaciones nacionales.

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