martes, diciembre 25, 2007

El Martirio de Hypatia (o la muerte del mundo clásico) (3)

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Herencia Cristiana

Eudoxio era en ese entonces, época de la cual ahora hablaremos, el Emperador Cristiano. En respuesta a una petición por el Arzobispo de Alejandría, él envió una sentencia de destrucción contra la religión antigua de Egipto. Los Paganos y los Cristianos se habían reunido en la plaza principal para escuchar el contenido de la carta del Emperador. Cuando los cristianos se enteraron que podían destruir a los Dioses del Paganismo, un grito salvaje alegría fue lanzado a los aires. Los Paganos decepcionados, y por otra parte, viendo el peligro que corrían se fueron silenciosamente a sus hogares a través de los callejones oscuros y ocultos. Aun así no estaban dispuestos a ver su cultura, sus Dioses y sus Templos destruidos son ofrecer un desesperado ultimo acto de defensa. Bajo el liderazgo de Olimpos los paganos caen sobre los cristianos con el desgarrador al grito de su líder, "¡¡Muramos con nuestros Dioses!!", después aparece Theophilius, Arzobispo de Alejandría, cruz en mano y seguido por sus monjes marchando hacia el Templo de Serapis, procedió a tirar abajo sus pilares. Cuando llegaron el punto de destruir la colosal estatua, hasta los cristianos empalidecieron ante su grandiosidad y sostuvieron su respiración. Un soldado armado con una pesada hacha vacilo antes de lanzar el primer golpe. ¿Toleraría el Dios el insulto? ¿No derrumbaría el techo sobre las cabezas de los sacrílegos vándalos? Pero el soldado golpeó las mejillas de Serapis, que no ofreció ninguna resistencia. El sol brilló como de costumbre, y las leyes de la naturaleza mantuvieron su uniformidad. Animado por esta indiferencia del Dios para defenderse, la turba cristiana se lanzo sobre la estatua para despedazarla, así los pedazos de Serapis terminaron diseminados por las calles de Alejandría, así los paganos podían apreciar la deshonra en la cual su Dios había caído. Miles de paganos, viendo la impotencia de sus Dioses de poder vengar tal insulto, desertaron del paganismo y se unieron a las filas de los cristianos. Tan pronto como se limpio el terreno donde se encontraba el templo se construyo una iglesia en el antiguo precinto sagrado. La Biblioteca de Alejandría fue el próximo blanco de ataque. Sus estantes fueron rápidamente limpiados de libros y Ud. y yo y 20 siglos de fueron lamentablemente privados de todos los tesoros intelectuales que nuestros antepasados Griegos y Romanos nos habían legado.

Cuando el Arzobispo bajo cuya influencia los monumentos y las bibliotecas de la civilización pagana habían sido saqueadas murió, fue precedido por su sobrino, San Cirilo, que era aún más asiático en sus pensamientos y más hostil a la cultura europea que su tío, Theofilo. El nuevo arzobispo dirigió sus esfuerzos contra los monumentos vivos del paganismo-- los eruditos, los poetas, los filósofos -- los hombres y las mujeres que todavía poseían un respeto apasionado por la cultura y la civilización del mundo de pagano. El representante más ilustre de la cultura Greco-Romana en Alejandría sobre éste tiempo era Hypatia, la hija dotada de Theo, matemático y filósofo de considerable fama. Se dice que Theo se hubiera conocido en la historia como un gran personaje si no fuera que este fue eclipsado por la fama de su hija.

Hypatia era una mujer notable y dotada. Su ejemplo demuestra cómo todas las dificultades se rinden ante una fuerte voluntad. Siendo una muchacha, y excluida por las convenciones de la época de búsquedas intelectuales, ella habría podido dar muchas razones por la cual debería haber dejado la filosofía a mentes más fuertes y libres. Pero ella tenía una pasión por todo lo relacionado con la vida de la mente, que superó todo obstáculo que interfiriera en su propósito. El ejemplo de una mujer joven que supera enormes dificultades, y llegar a ser una indiscutible Reina de un Imperio Intelectual, tendría que ser una gran inspiración para todos nosotros de corazones débiles. Ella ganó el premio que era negado a los de su sexo y se transformo en "la gloria de su época la maravilla de la nuestra."

Para seguir con sus estudios, ella persuadió a su padre para que la enviase a Atenas, en donde su más deseado trabajo, su dedicación a la filosofía, tomo lugar. La facilidad con la cual sacrifico todos sus otros intereses por el cultivo de su mente le gano la corona de laureles, distinción que la Universidad de Atenas tenia reservado para sus más destacados alumnos. Hypatia usaba esta corona como su mejor joya cada vez que aparecía en publico. A su vuelta a Alejandría, la eligen presidente de la Academia, que en ese período era la reunión de las principales mentes del Este y del Oeste. De hecho, era en esta misma academia donde los esfuerzos de las mentes más brillantes se unían para lograr una pacificación entre las culturas europeas y asiáticas. Deseaban hacer Alejandría, punto medio entre el Occidente y el Oriente, el punto de confluencia entre las dos corrientes de civilización. Deseaban celebrar un matrimonio del este, como novia, y el oeste como novio. Era su plan para hacer de Alejandría una clase de “destilería intelectual”, refinando y fundiendo las dos civilizaciones en una. Pero esta amalgama --esta asimilación— el cristianismo, fue la que previno la unión al intensificar los hábitos mentales asiáticos y al rehusarse a conceder ni una pulgada al más noble espíritu de occidente. El cristianismo es el culpable del aborto que dejo al Asia como una viuda, o para decirlo de otra forma, una rama seca en el árbol de la civilización. El Cristianismo rompió la conexión que la humanidad intentaba forjar entre Europa y Asia. El mundo nunca ha vuelto a ser uno, como casi lo pudo ser bajo el Imperio Romano.

Cirilo, el Arzobispo de Alejandría, estaba convencido que el buen nombre y talento de Hypatia le daba a la causa del Paganismo de un peligroso prestigio, y de tal modo previniendo el progreso de la nueva fe. Hypatia era de hecho una gran potencia en Alejandría. Ella era el personaje más popular de la ciudad. Cuando ella aparecía en su carruaje la gente en las calles lanzaba flores sobre ella, aplaudía sus logros y gritaba, "viva la gran hija de Theo". Los poetas la nombraban la "Virgen del Cielo," "La Estrella Intachable," "la flor más bella del discurso”. " Juzgando por las crónicas de la época, su belleza que podría haber avergonzado hasta Cleopatra era tan grande como su modestia, las dos eran igualadas por su elocuencia y las tres sobrepasadas por su sabiduría.

Su belleza asombraba a todos los ojos,

Sus palabras cautivaba a todos los oídos.

Su fama como profesora de filosofía atraía a Alejandría estudiantes de Roma y de Atenas, y de todas las grandes ciudades del imperio. Era uno de los grandes acontecimientos de cada día reunirse en los pasillos de la Academia donde Hypatia explicaba a Platón y Aristóteles. San Cirilo, el Arzobispo cristiano, quien pasaba frecuentemente por la casa de Hypatia y veía la larga caravana de caballos, carros y carruajes que traían multitudes de admiradores a la vivienda de la mujer filosofa, desarrollo un terrible odio por esta pagana. Él no apreciaba su fama. Su cultura era una basura para él. Sus encantos, la tentación que arruina a los hombres. La odiaba porque, ella, inferior mujer, había osado ser libre y pensar por si misma discutía con sí mismo como ella competía con el cristianismo, quitándole a Jesús los honores que le pertenecían. Con Hypatia fuera del medio, el pueblo alabaría a Dios y le daría a Él todo el amor y honor que desperdiciaban sobre ella. Ella le estaba robando a Dios sus derechos y por ese pecado debía morir. "El es un Dios celoso",como dice la Biblia, pensaba Cirilo, Santo que la Iglesia canonizo.

Por otra parte, Oreste, el Prefecto de Alejandría, tenia un gran respeto por Hypatia y asistía a sus conferencias constantemente. Cirilo creía que ella influenciaba al Prefecto y contaminaba con su paganismo. Con Hypatia destruida Orestes podría ser más fácil influenciado por el cristianismo. ¡Que cruel historia se estaba por desarrollar! Generalmente si un hombre es ínfimo y celoso ninguna religión lo puede mejorar y si es generoso y puro de mente ninguna superstición puede envenenar la fuente de su amor. La religión es fuerte, pero mas fuerte es la naturaleza. Desdichadamente Cirilo era un infame y las doctrinas de su religión solamente le sirvieron para afilar sus garras y revolver sus pasiones para convertirlas en odio.

Si hubiéramos vivido en esos días hubiéramos visto al final de cada día cuando el mar y el cielo se ruborizan con el beso del sol que se aleja, a Hypatia subir a su carruaje y salir hacia la academia donde se anunciaría el tema filosófico que desarrollaría. Ella es seguida por sus entusiásticos admiradores que se desviven por ser vistos por ella. Sonríe hacia su derecha y hacia su izquierda. Ella, quien sacrifico el amor para amar a la filosofía no es insensible al aprecio de sus alumnos. Al llegar a la academia, baja y asciende por los escalones de mármol blancos y entra por la puerta que tiene una esfinge de cada lado. Entrando por los pasillos iluminados por lámparas colgantes de aceite perfumado llegamos a la rotonda cuyo techo esta exquisitamente adornado por artistas griegos con imanes de Júpiter y sus acompañantes divinos quienes parecen absortos por las palabras que brotan de sus labios.

Las paredes estaban decoradas por artistas egipcios con imágenes de los animales sagrados, el cocodrilo, el gato, la vaca, y el perro; y con los vegetales sagrados, la cebolla, el loto, y el laurel. Además de éstos hay una escena en las paredes que representan el matrimonio entre Osiris e Isis. En una plataforma elevada hay un diván en terciopelo púrpura y sobre una pequeñas mesa la estatua de plata de la Minerva, Diosa de la sabiduría y patrona de Hypatia. Detrás de la mesa se encuentra la joven filosofa vestida de una túnica blanca, con un collar de perlas alrededor de su garganta y cintura y sobre su cabeza la corona de laureles que Atenas le había otorgado. Un murmuro musical envuelve a la audiencia mientras se levanta. A continuación un silencio absoluto y poco después la suave voz de Hypatia. Habla en griego, el lenguaje del pensamiento y la belleza del mundo antiguo. Si hubieran sabido que esta seria su ultima disertación en la academia. Mañana la academia seria una tumba. Mañana Minerva perdería a su hija. Cuando sus alumnos se despidieron de ella esa noche no sabían que en pocas horas se convertirían en huérfanos.

Continuará...

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